Imagen: NASA

Hace 66 millones de años, un meteorito causó la extinción masiva de los dinosaurios y tres cuartas partes de la vida vegetal y animal de la Tierra. Cayó en la península de Yucatán, dejando hasta nuestros días una huella de 180 kilómetros de diámetro que conocemos como el cráter de Chicxulub.

Chicxulub fue descubierto en 1970 por tres geofísicos que buscaban yacimientos de petróleo. Sabemos que está bien preservado, pero la mitad del cráter se encuentra sumergida por el Golfo de México y la otra mitad está enterrada bajo un kilómetro de roca, barro, arena y agua. Si quieres estudiarlo directamente, tienes que perforarlo — y eso cuesta dinero .