No hay duda de que el huracán Matthew ha sido una tormenta aterradora. Pero la peor noticia es que esta es la clase de tormenta a la que vamos a acostumbrarnos en este mundo cada vez más cálido.

Hace poco más de una semana Matthew no era más que una tormenta tropical sin nombre en pleno proceso de depresión (es decir, estaba desapareciendo). Pero desde entonces sorprendió a todos los meteorólogos del mundo al intensificarse e incluso llegar a convertirse en un monstruo de categoría 5 en apenas 36 horas. De hecho, se convirtió en una de las tres tormentas que se han intensificado con más velocidad en la historia del Atlántico.

Y durante los últimos días Matthew se convirtió en el primer huracán de categoría 4 en tocar las costas de Haití desde el año 1964. A su vez también se convirtió en el huracán de categorías 4 y 5 que más tiempo ha durado con actividad sobre el Caribe jamás registrado. Y durante el día de hoy se puede convertir en el huracán más fuerte jamás registrado en tocar al norte de West Palm Beach. Matthew también provocó la mayor evacuación en la historia de los Estados Unidos.

Ninguna tormenta es directamente nuestra culpa, que quede claro (a menos que creas en esa absurda teoría sobre que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos tiene una máquina para controlar el clima). Pero a medida de que los humanos añadimos más y más carbono a la atmósfera nos acercamos cada vez más a una época en la que serán frecuentes tormentas intensas y duraderas como Matthew.

“La ciencia nos explica de forma clara y sencilla que a medida de que calentamos la atmósfera habrá más vapor de agua que se puede condensar y convertirse en lluvia”, explicó a Gizmodo Kerry Emanuel, científico climático del MIT en los Estados Unidos. Las aguas superficiales más calientes alimentan las tormentas y hacen que puedan mantener su intensidad por mucho más tiempo. Y por estas razones podemos esperar en el futuro ver muchas más tormentas de gran intensidad.

Pero encontrar esas señales de calentamiento en el mundo real no es algo fácil. Los datos suelen ser confusos, complicados de interpretar y en algunos casos inadecuados. Hay factores que pueden ser muy confusos como las oscilaciones climáticas y los rebotes de temperatura en algunas regiones después de que limpian un poco la contaminación aérea.

Pero aún así las señales de calentamiento a nivel global están allí. Y en el norte del Atlántico cada dato acerca de la actividad de huracanes (incluyendo la frecuencia con la que aparecen, su intensidad, duración y la cantidad de monstruos de Categoría 4 y 5) ha incrementado desde la década de 1980.

Por otro lado también están avanzando las herramientas que permiten determinar si un evento climático en particular está relacionado al cambio climático. El pasado mes un estudio de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) determinó que las inundaciones que ocurrieron entonces en el estado de Louisiana se debían en un 40% al calentamiento global ocasionado por los humanos. Dicho de otra forma, los diluvios que ocurrían cada 50 años en la Costa del Golfo ahora se esperan para cada 30 años.

No está claro si realizarán un estudio similar sobre el huracán Matthew, pero esto es lo que ya tenemos claro: el año pasado fue el más caliente que jamás hemos registrado en nuestros océanos, y este año se espera que sean aún más calientes. Ahora mismo la temperatura oceánica está cercana a niveles récord, y como bien comentamos unas líneas atrás: las altas temperaturas oceánicas le dan más energía a los huracanes y tormentas.

Para algunos quizás todo esto sea una serie de coincidencias desafortunadas, y muchos quizás podrían quejarse de los datos y la información en la que se basan estas declaraciones. Pero esto supondría ignorar por completo lo que está sucediendo en el mundo y sus consecuencias: al calentar el planeta estamos cambiando el contexto de todos los eventos meteorológicos del futuro.

“Matthew ya se encuentra registrado como uno de los eventos climáticos más duraderos e importantes en la historia”, comenta Emanuel, “y esperamos ver muchos más de estos en el futuro.


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