Principios de junio de 1944 en el estrecho de Calais, a 250 kilómetros de Normandía. Durante días el ejército alemán de Hitler aguardaba la llegada de las temibles once divisiones del general Patton. La información conseguida por los alemanes les iba a dar una ventaja definitiva en el conflicto. Ocurre que esas divisiones no existían. Y un español iba a ser el protagonista del mayor engaño.