Esta historia apareció por primera vez en El Fiscal Tiempos .
Todos tenemos esos colegas que le critican a compañeros de trabajo detrás de la espalda, hacer comentarios groseros sobre su equipo o exigir un trabajo extra de todo el mundo menos a sí mismos. Estos comportamientos tóxicos podrían ser molesto y desagradable, pero también son muy costosas para las empresas, de acuerdo con nueva investigación .
Un estudio de Harvard Business School ha encontrado que evitar la contratación de un "trabajador tóxico" ahorra empresas alrededor $ 12.500 o más, mientras que la contratación de un empleado de la superestrella sólo ahorra aproximadamente $ 5,300 para la empresa.
Los investigadores utilizaron los datos de empleo de alrededor de 60.000 trabajadores en 11 empresas, centrándose únicamente en el comportamiento tóxico que dio lugar a un disparo. Para los propósitos del estudio, los empleados tóxicos fueron identificados como aquellos cuyo estilo hostil o acciones de manipulación podría convertir el lugar de trabajo en un entorno pésimo. Mientras tanto, un empleado de la superestrella se definió como uno más productivo del 1 por ciento de los trabajadores.
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"Evitar un trabajador tóxico (o convertirlos a un trabajador medio) ofrece más beneficios que encontrar y retener una súper estrella", dice el estudio. Como resultado, "puede ser que pasar más tiempo limitar los impactos negativos en una organización puede mejorar el resultado de todos a un mayor grado que sólo se centra en el aumento de los impactos positivos", concluye el estudio.
Empleados tóxicos son tan costosas porque su comportamiento expulsa a los demás trabajadores, obligando a las empresas a gastar más contrataciones de reemplazo de formación dinero. Las manzanas podridas también hacen los compañeros de trabajo frustrados menos productivos. "En casos extremos, además de herir a rendimiento, estos trabajadores pueden generar enormes honorarios y pasivos regulatorios y legales para la empresa", dice el estudio.
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Extracción trabajadores tóxicos no siempre es fácil - especialmente porque, según el estudio, es posible que parecen ser más productivos que sus colegas, al menos en términos de cantidad si no la calidad. Si parece ser un buen empleado, un gerente es menos probable que quieran dejarlos ir y puede mirar hacia otro lado, en términos de su comportamiento negativo. Pero los autores Michael Housman de Cornerstone OnDemand, una compañía de software de gestión de talento, y Dylan Menor, profesor de Harvard y Northwestern, dice abandonando aquellos trabajadores sigue siendo el mejor camino a seguir.
"Encontramos evidencia de que una política de este tipo - que elimina los" peces gordos "y" tiranos "parece ser uno que llevaría a las organizaciones más productivas en general, a pesar de terminar dicho trabajador productivo", escriben.
