
Si hay algo que nos ha enseñado la historia es que los sistemas políticos vienen y van. No es de esperar que esos cambios vayan a detenerse justo ahora. Estas son 12 maneras extraordinarias, y a veces terroríficas, en las que la sociedad podría organizarse en el futuro.
Noocracia

Platón la denominó la aristocracia de los sabios. La
noocracia
, según el científico ruso
Vladímir Vernadski
, es un sistema político y social que prioriza la mente humana. Es el gobierno de una inteligencia colectiva.
El término lo acuñó el místico jesuita Teilhard de Chardin. En teoría, la noocracia es la evolución de la democracia, un sistema flexible y adaptable de elementos que operan de forma descentralizada. Un ejemplo de noocracia es la noosfera de Vernadski y el sintelecto o intelecto sintético, una inteligencia colectiva que combina las mentes humanas y artificiales de una manera similar a como hoy se utilizan las redes de computación distribuida, pero para tomar decisiones políticas.
Cibercracia

En la cibercracia o ciberhumanismo, los gobiernos y las instituciones se rigen exclusivamente por el uso efectivo de la información. En 1992 el analista social David Ronfeldt identificó dos escenarios en los que la cibercracia podría manifestarse: estrecha y amplia.
La estrecha es una organización que sustituiría a las formas tradicionales de burocracia y tecnocracia. La segunda o amplia es cuando la forma de gobierno redefine completamente las relaciones entre la sociedad y el sector público o privado.
La clave de cualquiera de las dos es que la toma de decisiones se basa únicamente en datos. La burocracia almacena la información y la protege con barreras de acceso. La tecnocracia se basa en metodologías cuantitativas. La cibercracia, por el contrario, tiene en cuenta información más simbólica, cultural o psicológica. El gobierno estaría formado por una IA central o varias IAs periféricas que formarían un gobierno de máquinas basado en la obtención de información mediante la vigilancia.
La superinteligencia

Una vez que una inteligencia artificial se vuelve lo bastante sofisticada, podría acabar siendo el cerebro único de una sociedad y la única encargada de tomar decisiones. Podría hacer esto de manera directa o encubierta. En este último caso usando herramientas como la vigilancia ola robótica. Incluso podría recurrir a la amenaza de un apocalipsis o al control mental. Si nos ponemos optimistas, una superinteligencia podría conducir a la sociedad a nuevas cotas de bienestar.
Gobierno mundial democrático

Viene a ser algo parecido a la democracia a escala global de
Star Trek
, un sistema de gobierno capaz de frenar la proliferación nuclear, asegurar los derechos humanos o frenar el cambio climático.
Ese sistema de gobierno se alcanza en tres pasos. Primero llega la globalización cultural, luego la económica, y finalmente la política. Las dos primeras fases llevan camino de completarse pronto, pero la tercera ha demostrado ser la más difícil porque los estados nación actuales no aceptan de buen grado ceder la soberanía. Con todo, la historia ha visto como las fronteras cada vez se diluyen más y los estados se unen en grandes conglomerados que van desde la Dinastía Qin en China hasta los Estados Unidos de América o la Unión Europea. Con el paso del tiempo es posible que acabemos en un gobierno democrático a escala planetaria.
El poliestado

En su libro
Polystate: A Thought Experiment in Distributed Government
,
Zach Weinersmith especula sobre como serían los gobiernos si no se ciñeran a un territorio concreto sino a las personas. Weinersmith, más conocido por su webcomic
Saturday Morning Breakfast Cereal
,
describe el poliestado como una entidad geopolítica que se superpone a varios estados sencillamente porque individuos de cada estado han aceptado vivir bajo sus normas. La fundación de Asgardia es un ejemplo de poliestado o antropoestado, aunque aún esté en sus inicios.
Relacionado con este modelo están las jurisdicciones superpuestas funcionales de Frey y Eichenberger, que se consideran una forma moderada de panarquismo .