El último Falcon 9 explotó en su plataforma de lanzamiento haciendo volar por los aires el satélite AMOS-6 de Facebook . Tras pedir ayuda en Twitter y analizar más de 3.000 archivos de vídeo, SpaceX publica las causas del incidente y anuncia su intención de volver a operar este domingo.

Advertisement

No fue un francotirador . La explosión se originó en uno de los contenedores de helio del tanque de oxígeno líquido de la segunda etapa del cohete. Estos recipientes están hechos de aluminio y tienen una capa externa de fibra de carbono muy resistente. En palabras de SpaceX, se dio una interacción inesperada del helio y el oxígeno con el aluminio y la fibra de carbono.

El oxígeno líquido es el combustible del cohete. Se carga en el tanque a una temperatura muy fría y durante el lanzamiento se calienta y se consume. Entonces el helio se calienta también y se libera para mantener la presión dentro del tanque. En diciembre de 2015, SpaceX empezó a enfriar el oxígeno un poco más de lo normal para mejorar la propulsión del motor.

Pero hay un problema. Cuando el aluminio y la fibra de carbono se enfrían, se encogen a diferentes velocidades y abren brechas por las que fluye oxígeno líquido. En este caso el helio, que estaba aún más frío que el oxígeno líquido, podría haber llegado a congelar parte del oxígeno atrapado en esas grietas. Con el oxígeno presente, cualquier fricción o rotura de las fibras de carbono podría haber causado una explosión.

El incidente ocurrió en el momento menos esperado: durante el llenado de combustible, antes de un encendido de prueba para comprobar los motores. Es una etapa del lanzamiento que se considera segura, por lo que SpaceX llegó a considerar que un francotirador pudo disparar al tanque de oxígeno desde un edificio de la competencia. La compañía ha ideado ya algunas soluciones para evitar una explosión similar. [ SpaceX ]