10 MITOS SOBRE LOS BEBÉS QUE DEBEMOS CONOCER

1. La forma de su ombligo depende de cómo le hayan cortado el cordón

Falso. Éste puede ser prominente (hacia fuera) o retraído (hacia adentro) aún antes de que se lo corten. El muñón que permanece después se va secando hasta que se cae (linkear con cuidados del cordón) y si lo que queda es un “botón” o un “agujero” depende sólo de la herencia genética. Querer cambiarlo no tiene sentido.

2. No debe salir hasta después de los 15 días de nacido

En realidad y siempre que haya nacido sano, no hay restricción médica que lo indique, sin embargo se debe evitar exponerlo al contacto con personas enfermas y extremar las precauciones de higiene.

3. Es pequeño y no entiende

¡No es verdad! Madura neurológicamente en forma asombrosa y desde sus primeros días entiende una sonrisa, una caricia, el cambio del tono de voz, una expresión suave y un reto sencillo. Ponlo a prueba

4. Cuanto más grande es la cabeza, mayor la inteligencia

Esta ecuación no tiene lógica ni razón de ser. Una cabeza prominente no está asociada con la habilidad mental; ésta se adquiere al haber refinado y aprendido a usar mejor y más eficientemente cada área de su cerebro.

5. Si llora es porque tiene hambre

Hay muchos otros motivos como cuando tiene el pañal sucio, la piel irritada, gases, sueño, cólicos, frío, incomodidad o simplemente porque está aburrido.

6. Le da diarrea y fiebre por la salida de los dientes

Quizá cuando haya una pequeña inflamación de las encías subirá su temperatura pero la dentición no es la causante ni de los cuadros diarreicos que pueden suceder en cualquier época.

7. Si está “gordito” es que está saludable

En la actualidad, la obesidad en los niños es un problema que cada vez se expande más. En la mayoría de los casos los niños con sobrepeso suelen ser adultos obesos con problemas de hipertensión o diabetes. Aunque parezcan sanos es necesario atenderlos con regularidad y alimentarlo de manera adecuada.

8. No le debo cortar las uñas en los primeros meses de vida

¡Error! Al dejarlas largas (le crecen mucho) puede rasguñarse la cara o cualquier otra parte del cuerpo y lastimar a los demás. Opta por cortárselas cuando esté tranquilo o durmiendo.

9. Si lo cargas se mal acostumbra

Laura Gutman, terapeuta familiar y directora de crianza explica que cuando el bebé nace, “espera encontrarse con la misma calidad de experiencia que la que vivió en el vientre de la madre”. Así que lo que busca es el calor de la familia.

10. Sabe nadar por instinto

Es uno de los mitos más peligrosos. Si bien es cierto que los lactantes dejan de respirar cuando son sumergidos al agua no quiere decir que podrán permanecer largo tiempo en ella, si no se les saca rápidamente sus pulmones se pueden bloquear.

Como ves, existen un sinnúmero de “recomendaciones” populares sobre el cuidado tu hijo, muchas de las cuales lo ponen en peligro. Lo mejor es que te acerques con su pediatra y resuelvan juntos todas tus dudas.