Cada vez somos más conscientes del peligro de ponernos al volante con un nivel de alcohol por encima de lo legal, pero la tecnología puede ayudarnos a disfrutar de un consumo más inteligente. En el CES 2017 hemos visto la primera pulsera que mide de manera continua cuánto hemos bebido.

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BACtrack Skyn, un wearable que puede engancharse al Apple Watch o usarse con su propia correa, mide la cantidad total de etanol que nuestro cuerpo excreta a través de la piel con un sensor electroquímico y calcula mediante un algoritmo el nivel que tenemos en sangre. De acuerdo con BACtrack, la tecnología es igual de precisa que sus alcoholímetros de grado policial.

BACtrack Skyn no funciona en tiempo real. Tienen que pasar entre 20 y 40 minutos para que aparezcan las moléculas de etanol desechadas en la piel. La medición es continua, pero el usuario tiene que ser consciente de que pueden pasar 40 minutos antes de que el cálculo de la pulsera sea real.

El dispositivo se sincroniza con una aplicación que lleva un registro de nuestro consumo de alcohol y explica de manera didáctica cuánto tarda la bebida en hacer efecto o cómo nos afectaría tomar una copa más. BACtrack Skyn ganó un premio de 200.000 dólares del gobierno de Estados Unidos en una competición de biosensores tipo wearables que tuvo lugar el año pasado.

¿Para quién está pensado? Conductores profesionales, por ejemplo. “Cada conductor de autobús o Uber podría llevar uno”, explica a Gizmodo en Español una portavoz de la compañía. Pero en primera instancia el público al que espera atraer BACtrack son las personas jóvenes que quieren hacer un consumo más inteligente y moderado del alcohol.