Imagen: AP

El 93% de los usuarios que compraron un Note 7 en Estados Unidos lo han devuelto ya. Para ese 7% rebelde, Samsung prepara la ofensiva definitiva que convertirá sus teléfonos de 800 dólares en bonitos pisapapeles.

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La compañía ha anunciado hoy que el próximo 19 de diciembre empezará a distribuir una actualización de software para el Note 7 que los usuarios no podrán saltarse. El nuevo firmware deshabilitará las funciones del teléfono e impedirá cargar el terminal. Además se pondrán en contacto con los consumidores explicándoles los incentivos financieros que ofrecen a los que finalmente devuelvan su explosivo Note 7.

En la actualidad, los Galaxy Note 7 estadounidenses no pueden cargarse más allá del 60% y reciben una notificación emergente sobre la retirada del teléfono cada vez que el usuario enciende la pantalla. Samsung ha pedido reiteradas veces a todos los usuarios que no hayan devuelto aún el dispositivo que lo desconecten inmediatamente y se pongan en contacto con su operador para obtener un reembolso o un intercambio.